Una aldea escondida: Villa Bulbitos, donde las casas nacen del suelo y crecen a su antojo a partir de semillas de fantasía que la gente iba dejando caer al crecer y convertirse en adultos.
Las casas crecen adoptando formas insospechadas: así, hay casas infladas como bulbos, o bien voluminosas como calabazas: también crecen torres estiradas como zanahorias o casas achaparradas y regordetas como berenjenas....